Aunque reconocen crisis y denuncian una “asfixia económica”, los asambleístas de Cochabamba defienden a los 34 que componen la Asamblea Legislativa Departamental (ALD), y plantean pacto fiscal. Aseguran que la salida para realizar cambios es el estatuto autonómico; pero, no hay recursos para encaminarlo.
En Tarija, la Asamblea Legislativa Departamental aprobó la modificación de su estatuto para reducir la cantidad de asambleístas a casi la mitad para, así, aminorar el gasto público. Según medios de comunicación de Tarija, de los 30 asambleístas que tienen, determinaron que quedarán 17.
En Cochabamba, son 34 asambleístas departamentales. De ellos, 16 representan a cada una de las provincias, hay 16 por población, y dos son indígenas (un yuqui y un yuracaré).
El asambleísta Juan Carlos Irahola dijo que en la actualidad la Asamblea “es asfixiada por falta de recursos por parte de la del Gobierno central”.
Hizo la explicación refiriéndose, de manera general, a la Gobernación departamental. Expresó que antes los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) eran de 100 millones o 200 millones para cubrir áreas de seguridad, rentas, salud y otros.
”Peor aún, el Gobierno central se ha inventado un mecanismo denominado notas fiscales. ¿Qué quiere decir? Que no voy a pagarle el IDH, sino a través de estas notas fiscales inventadas; ya no hay transacciones económicas, por lo tanto, Cochabamba no va a recibir lo que son recursos del IDH (…). Cochabamba, apenas va a lograr recibir hasta fin de año alrededor de 40 millones de bolivianos”.
Dijo que, así, se da una “asfixia deliberada” del Gobierno.
Consultado sobre el trabajo de los asambleístas, Irahola aseveró que los más de 30 que hay del departamento cumplen con sus funciones y trabajo respectivo.
“Por supuesto que sí. Según las provincias que se tienen, tenemos 16 representantes por territorio, de provincias, y 16 por población, por compensación; 34 asambleístas que hacen un rol de fiscalizar, un rol de legislar. Pero, además, lo que estos asambleístas ahora proponen es ya no ser dependientes del Estado central, sino generar, primero, un pacto fiscal; segundo, nuevamente retomar lo que es el estatuto autonómico, que es lo que se requiere”, dijo.
Agregó que con el pacto fiscal y el estatuto autonómico se debe hablar de temas como los recursos naturales.
“Cochabamba es el productor de energía eléctrica. Prácticamente, abastecemos al país. ¿Cuánto recibimos de eso? Nada. No tenemos un solo centavo de compensación (…). Creemos que desde ese punto de vista este trabajo de los asambleístas debe vivir enfocado y en función a eso”, expresó.
“LOS QUE MENOS GANAN”
Irahola remarcó que los asambleístas cochabambinos son los que menores dietas reciben, en comparación con sus pares en otros departamentos o con concejales de municipios cochabambinos.
“Es más, hace 10 años que no hemos sufrido incremento alguno (…). Esa es la realidad de Cochabamba”.
Informó que, considerando “descuentos y demás”, estos asambleístas perciben cada mes entre 9.500 y 9.600 bolivianos.
Expresó que, en tanto no se cuente con el Estatuto Autonómico Departamental, no podría modificarse la cantidad de asambleístas en Cochabamba.
“Mientras no tengamos el estatuto autonómico, tiene que mantenerse. No se olviden de que un paso fundamental es trabajar en el estatuto autonómico para que, a partir de ahí, tengamos que visionar esta misma situación”.
Sin embargo, a menos de un año de concluir su gestión (2021-2026), respecto a avances en este documento autonómico, Irahola describió que “la Gobernación no tiene plata” y que se encuentran buscando los recursos.
“No podemos afrontarlo sin recursos. Necesitamos desplazarnos hacia las provincias, las organizaciones sociales. Sin embargo, estamos haciendo los máximos esfuerzos para contar con los recursos y poner (el tema) en la mesa del debate. Y, algo muy fundamental, el pacto fiscal. Cochabamba, solo a través de lo que ha de ser el pacto fiscal, se ha de quitar de encima ese centralismo y, peor aún, el depender más del Gobierno central”.